Séptima Pena: Carta para Mi en mi cumpleaños 80.

Querido Javier:

      Espero que te encuentres bien, no tengo ni idea de  en que lugar del mundo estarás cuando leas esto. Mi vida hasta ahora ha estado compuesta por tantos giros y contradicciones, que no hay manera de predecir dónde y cómo va a ser. Para empezar, espero que estés vivo, incluso si el mundo se haya convertido en un lugar hostil, sin agua y sin estaciones, todavía espero que estés en él. No porque quiera mantener mi presencia tanto como sea posible, por que me gustaría saber cómo sería el mundo futuro y tú eres mí única manera de averiguarlo.

Puedes preguntarte por que te estoy escribiendo esto, pero la razón es bastante simple. Una gran cantidad de ruido se hace sobre alguien cuando tiene 22 años. Si, te puedes reír, ¡Estás a punto de cumplir 80 años! La única razón por la que creo que nos importa, es que cuando empiezas a vivir en la época de tus años veinte y antes de llegar a los treinta, durante este periodo se viven muchos cambios, la universidad, la independencia familiar y las relaciones con los demás. Tú, sin embargo, a tus ya casi 80 años puede ser que ya no seas considerado cómo viejo, me pregunto ¿Cómo será tu salud? Tal vez vivas en una realidad muy distorsionada, que cubre toda la destrucción de los últimos 100 años. Espero que no sea el caso. Espero que todavía haya cosas verdes y que todavía haya invierno y verano, deseo que aun exista el mar y que hayas ido mucho. Lo que más me asusta, es que ahora que tengo 22 años no pueda garantizar que en un futuro existan.

En los últimos años, uno de mis grandes deseos es congelar el tiempo, con el fin de disfrutar un poco más aquellos momentos que fueron gratos e inolvidables y darme un consuelo para aquellos momentos que me dolieron. Esta carta congelara un momento, cómo una carta en una botella echada al mar. Más allá no me preocupa mi edad, siempre y cuando sea libre.

Estoy escribiendo esta carta, sentado en la orilla de mi cama, revisando Facebook y escuchando música. Papá y Mamá están viendo la televisión y mi perrita Sammy los acompaña en el otro sillón, Abigail ya duerme, mañana irá al catecismo. Probablemente nuestros papás ya no estarán cuando leas esto. Nunca me he enfrentado a la idea de la muerte de alguno de ellos, tú si. Has de pensar la suerte que tengo al tenerlos todavía, pero a veces los días son turbios entre nosotros, recuerda que no somos perfectos. Hasta ahora he visto cosas terribles que le suceden a gente que quiero mucho, pero nunca he perdido a ninguno de ellos (me refiero a nuestros papás) Tú si y lo siento por el dolor que te causó. Estoy seguro que haz hecho algunos amigos increíbles, espero que ellos sean raros y que te mantengan raro. Por favor, sigue siendo raro.

Y ¿Qué pasa con la música? Me gustaría saber como suena en el futuro. Espero que sigas escuchando la música que a mi me gusta en este momento, que no se te haya olvidado ver los conciertos de La Oreja de Van Gogh y de Mecano, que sigas amando sus letras, que no dejes de escuchar a Amaral o a Shakira, que recuerdes la propaganda de su concierto que adorna mi recamara y que papá lo bajo para nosotros, como premio de consolación de que no pudimos ir.  En nuestro país en este momento, las cosas  están difíciles no hay un pueblo unido por sus derechos y los medios de comunicación están manipulando a la gente, las reformas que proponen el presidente solo lograran perjudicarnos más. Tú sabrás el resultado de dichas propuestas.

Espero que no seas un viejito gruñón, si lo eres ¡Cambialo! Espero que hayas encontrado la persona ideal, me pregunto ¿Tienes hijos? ¿Cómo los conseguistes? Ya que tú y yo sabemos algunas cosillas, si tienes hijos espero que se parezcan a mi, que les hayas enseñado el respeto hacia la naturaleza y a su hermano el hombre.

Podría seguir para siempre, pero tengo que parar. Recuerda por favor, que no somos diferentes tú y yo. Si lees esto y no reconoces ni la voz ni la mano de quien la escribió, algo ha estado terriblemente mal. Si sientes un poco de nostalgia, eso esta bien. No quiero despedirme de ti, pero es inevitable,  me quedare aquí en esta carta mi yo de 22 años, con su cabello largo. Por cierto, una cosa más, espero que no estés calvo y si lo estás usa un sombrero.

Con todo el amor y siempre tuyo...


                                                                                                     YO 

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