Cuatroceava Pena: Año Nuevo

No estaban de acuerdo con trabajar el día de año nuevo, todos menos Larissa, ella se encontraba tranquila, ya que estaba segura de que a media noche llegaría para abrazar a sus padres y hermanos. 

La jornada laboral empezaba, la primera en llegar fue Amanda, quien abrió la tienda, a ella le siguió Orlando y  Larissa que venían caminando del brazo. Después llegó Jimena junto con Flor. La ultima en llegar fue Coral.

-¡Chicos! llegue tarde, pero traje este rico vinito- dijo Coral sacando una botella de su bolsa- no me agradezcan sé que salve la fiesta de año nuevo
-bueno yo traje algo de comida que podemos compartir- mencionó Larissa

Los chicos se pusieron a platicar alegremente de lo que cada uno había traído para compartir, en una noche, que si bien no habían decidido voluntariamente compartirla juntos, pero si era especial, la víspera de año nuevo traía a cada uno la esperanza de 52 semanas llenas de cosas tanto buenas como malas, pero que en el fondo deseaban que fueran mas las buenas.

Pese a las expectativas había mucho movimiento en la tienda para ser la víspera de año nuevo, los clientes entraban y salían, algunos compraban demasiadas cosas y otros solo pasaban a ver, Coral odiaba a ese tipo de clientes, Larissa siempre trataba de animarla, pero sus esfuerzo eran en vano, ella era la optimista del grupo y su especialidad eran aquellos clientes que eran indecisos. Sin duda el vendedor estrella era Orlando, tenía carisma para las ventas, por otra parte, Jimena era buena con los clientes de mayor edad y Amanda era buena para la administración del lugar, era como la mamá del grupo.

Eran la diez de la noche y los chicos decidieron cerrar la tienda por un momento, para poder comer lo que cada uno trajo para aquella noche. adaptaron el mostrador como mesa. La comida empezó a pasar de mano a mano.

-¡Propongo un Brindis compañeros!-dijo Orlando imitando la voz de un declamador- por un año nuevo lleno de esperanza, amor, salud y por que no dinero

Se echaron a reir, la velada se torno un poco melancólica, Amanda se dirigió a todos.

-Gracias por este año, ha sido muy difícil para mi, pero ustedes estuvieron ahi para apoyarme, más que mis compañeros de trabajo son mis amigos-
-Porque no nos queda de otra- interrumpió Jimena- no te creas
-Hacemos un gran equipo muchachos-dijo Flor

Cada uno habló y compartió lo mejor de este año que se iba.

-¿Creen que el mundo se acabe mañana como dicen?
-Claro que no Flor, el mundo seguirá siendo el mismo mañana por la mañana
-La diferencia mi querida Coral es que mañana no trabajaremos
-Gracias a Dios-dijeron todos en todo de burla 

-Lo que no entiendo, es porque Larissa y Orlando terminaron-sentenció Amanda
-Eran una bonita pareja-dijo Jimena
-Chicos en eso no nos metamos-interrumpió Coral 
-¿Quieren saber porque?- dijo Orlando
-Sí- dijeron todas a coro
- No es tan fácil Larissa es mi chica ideal, se interesa por mis asuntos, trata de entenderlos, no se aburre de mi, es paciente me entiende en especialmente cuando no digo nada, ella lo sabe-
-¿Entonces?-dijo Flor
-Lo que pasa, es que él le tiene miedo al compromiso-dijo Larissa

Todos se quedaron en silencio.

-Larissa sabes que no es cierto, sabes que estoy dispuesto a estar contigo en todo momento
-Mejor cambiemos de tema- dijo Amanda 
-No déjalo que hable- interrumpió Coral
-¿Quieres compromiso? Me comprometo enfrente de ustedes, me casaré contigo, viviremos juntos, sobretodo, quiero que tengamos ese bebé que esperas y que es nuestro, no quiero que lo abortes, me subo al barco contigo 

Nadie podría creer lo que estaban escuchando, era demasiado, las chicas empezaron a preguntar, pero de pronto como un relámpago, un hombre apareció en la puerta y el rumbo de la víspera de año nuevo cambió.

-¡Feliz Año Nuevo!-dijo aquel hombre sonriendo 
  


   

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